Te habrá pasado que habiendo cumplido con todos los requisitos, llámese conocer el negocio, haber realizado el respectivo estudio de campo o llamado investigación de mercado y estamos listos para ponernos en marcha, aunque mucha gente erróneamente quiere arrancar cuando todas las luces de la ciudad se encuentren en verde, lo cual es imposible en la actualidad, quizás en un futuro no muy cercano, exista la posibilidad de minimizar al 0%, los riesgos que conlleva ponerse en marcha y hacer realidad nuestros sueños.
Y reconozcámoslo, ese sentimiento o pensar que aun no estas listo, es simplemente un miedo encubierto, que trata de por todos los medios, hacernos desistir de nuestras metas, poniéndonos excusas tales como que aun no estamos listos, que no es la temporada adecuada, que me falta el dinero, y un largo etcétera, y que todos los que actuamos así en el fondo sabemos que el miedo nos detiene y por dentro estamos temblando como unas ovejitas que pronto van a ser devoradas por el lobo.
El perro no se mueve, porque la estaca que lo hinca no es lo suficientemente grande
Alguna vez escuche esta fabula que describe perfectamente ese comportamiento de esperar a mañana para ponernos en acción, pero que nunca lo concretizamos, nos preparamos, simulamos, hacemos una y mil planes pero de acción nada de nada. Alguna vez hubo un viajero que estuvo atravesando los andes, o cualquier otro paraje desolado desértico, se quedo sin provisiones de agua, y con ello poniendo en peligro su existencia, viendo que se encontraba en zonas desoladas, trato de proveerse del liquido elemento, entonces a lo lejos en la planicie distinguió una pequeña cabaña a donde presuroso aproximó sus pasos contándole de su desgracia al propietario, éste le dijo que tomara y llevara todo el agua que quisiera, nada mas que el pozo se encontraba a una prudente distancia, y que justo en ese lugar estaba amarrado un perro, como cuidando el pozo, el joven llegó al pozo, en eso muy lejos de que el perro le fuera nada amistoso o le mordiera en el peor de los casos, simplemente el animal se quejaba y daba unos alaridos quejumbrosos que daban lastima, el joven no entendía porque lloraba aquel animal. Ya de regreso hacia la cabaña, le contó lo del animal al dueño, éste le dijo que el perro estaba quejándose porque justo en el lugar donde se encontraba durmiendo, estaba una estaca y provocaba un agudo dolor al animal. Entonces el joven le dijo que porqué aquel animal simplemente no se movía, que se iba a descansar a un sitio donde esté mas cómodo, a lo cual el dueño respondió que el animal no se movía porque el dolor que le causaba aquella estaca clavándose suavemente en su cuerpo, no era lo suficientemente fuerte y doloroso para que se ponga en acción, que se mueva a otro sitio, era un dolor agudo pero constante que iba lacerando y matando poco a poco a aquel animal.
¿Cuándo te vas a poner en acción?
Entonces yo te pregunto: ¿Cuándo te vas a poner en acción?,¿ estas esperando que la estaca se clave profundamente en ti para ponerte en acción?, muchas veces nos ocurre como en la fabula, nos la llevamos tranquilamente nuestro diario vivir, sin muchos sobresaltos, aun que en el fondo sabemos que no somos felices, que existe una pequeña estaca en nuestras vidas que no nos permite vivir felices, sino que vivimos quejándonos, pero este problema no es lo suficientemente grande para que nos pongamos en acción.
Muchas veces dicen, y no solo dicen sino que es una verdad, el dolor te pone en acción. Imagina esta escena: estas en tu casa, un familiar tuyo ha caído enfermo y esta grave, y necesita de tu ayuda, ¿estarías tranquilo en tu casa sin hacer nada al respecto?, yo creo que no, te pondrías en acción, harías cualquier cosa por que se cure el familiar tuyo, por una parte puede parecer esta situación una mala suerte, pero también tiene su parte positivo, y es que te pondrías en acción.
¿Pero debemos esperar siempre a que pase algo malo para ponernos en acción?
El ser humano a lo largo de la historia nos ha demostrado que responde a la desesperación, mas que a la inspiración para ponerse en acción, no lo hace frecuentemente por los ideales, porque así debe ser hecho, etc., generalmente las grandes hazañas se han realizado bajo las peores circunstancias, cuando el ser humano llega a un limite de lo posible y ya no soporta mas y se pone en acción.
Espero que esto no sea la regla común, ponernos en acción cuando ya no tengamos otra alternativa, cuando nos encontremos entre la espada y la pared, abogo porque el ser humano, tenga que hacer grandes hazañas, ponerse en acción no por desesperación sino por inspiración, por sus ideales, por haber encontrado un sentido a su existir y luchar por ello a lo largo de su vida.
Si, lo sé, no soy iluso en ese aspecto, se que escribir puede sonar fácil, y que la acción en la vida real es cosa distinta, si escribo estas reflexiones es porque tengo conocimiento de causa al respecto, y un aprendizaje a lo largo de los años, tanto en la vida real como de la experiencia ajena a través de los libros y las vivencias ajenas y se muy bien que todo progreso en la vida requiere un esfuerzo, muchas veces el esfuerzo es mas grande y casi sacrificio, pero si uno tiene muy clara la misión de su vida, del porque de su vida, pienso que por mas caídas que tenga siempre estará saliendo a flote hasta que un día logre todos sus propósitos.
Por ultimo para terminar ésta reflexión quiero dejar bien en claro que si nos dejamos llevar por la vida sin hacer nada al respecto como mucha gente hace, sin tener un plan para mañana, al contrario vivir el día a día, vivir como cuando te encuentras con alguien y te dice “hola, que novedades” y tu tengas que responder “ninguna”, cumpliendo rutinariamente nuestros deberes, estaremos como el perro de la fabula quejándonos del porque esta yéndonos mal, que somos pobres, que el gobierno no nos ayuda, y maldiciendo a la gente que “tuvo mucha suerte”, y que están en mejores condiciones que nosotros. Pongámonos en acción, ejercitemos cada día nuestros músculos mentales como lo haría un deportista con su cuerpo para estar en forma y basta de quejas y a ponernos en Acción.
¡Hasta la próxima!
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