Para ser tratados como deseamos, no solo debemos parecerlo, sino también serlo

Por la mañana te levantas con ganas de vivir la vida, con alegría, y como es lunes aún mucho mejor, te vas con todas las ganas al trabajo, pero al llegar a la oficina compruebas que reina un ambiente tenue y lúgubre, es casi fin de año y como existe cambio de gobierno, el personal se encuentra en un terrible ajetreo con sus informes respectivos, y la nueva administración que muy pronto se va a ocupar de la dirección. Entonces sin darte cuenta caes en un estado de desgano y cansancio, sin casi poder pronunciar palabra alguna, y responder a los saludos con palabras que apenas salen de tu garganta; luego de permanecer callado y sin mucha interacción, te llaman desde algún sitio –tus amistades- por supuesto, respondes el móvil como puedes, sin ganas y en tu voz se nota a las claras la presencia de pesimismo y desgano, una forma de ser que espanta a la gente.

¿Te sientes identificado en algún punto con esta historia? Pues bien te diré que alguna vez a todos nos ha pasado. Pero la situación no es para tanto, cuando tenemos mucho futuro por delante, y existen muchas metas que cumplir en el terrero personal, debemos mostrar un comportamiento acorde a la situación, y no perder nuestra estima y valor como persona.

A propósito me viene a la mente la historia de Cristóbal colon, de quien su hijo escribió que éste venia de un ilustre linaje, de condes, de reyes, y así por el estilo, pero en realidad era hijo de un comerciante, a su muerte se creo el mito de que era un personaje famoso.

Cristóbal colon decidió como todos sabemos emprender una empresa para buscar una nueva ruta hacia el oriente, se dirigió al rey de Portugal Joao II, le planteo sus intenciones, solicitándole financiamiento para ese viaje, a cambio el recibiría todos los títulos de las tierras que descubriera y el 10% de toda la riqueza que generara el comercio con esas tierras y este pago debió ser vitalicio, pedidos por demás estrambóticos para cualquier persona, pero no para Colon, él estaba seguro de su pedido, aun así el rey le denegó tal pedido.

A pesar de este supuesto fracaso, el no se dio por vencido, logro tener roces sociales relaciones laborales con los mas altos funcionarios de la corona, personajes importantes de la época, y poco a poco logro llegar hacia los reyes católicos de España, Fernando e Isabel, convencido por supuesto que estos señores eran los únicos en ese momento que a su entender podían financiarles el viaje y otorgarles todos los pedidos que Cristóbal Colon requería.

Igualmente se presentó con sus pedidos a la Reyna Isabel, ésta no se inmutó con semejante pedido, escuchó atentamente, todos sus pedidos, y al final le hizo saber que su empresa es ambiciosa y muy tentadora, pero que en ese momento no podía ayudarlo, pero tampoco le negó su pedido.

Mas adelantes, apenas España terminara sus compromisos con la guerra, ahora estaba decidido a escuchar a Colon, esta vez para su buena fortuna la reyna escuchó atentamente y acepto sus pedidos, aunque según refiere la historia el contrato no fue realmente seguido al pie de la letra, o en todo caso Colon no se dio cuenta de las letras pequeñas que siguen a todo contrato, tal es el caso de un pedido de Cristóbal Colon donde exigía un porcentaje por los negocios realzados con los lugares que descubriera, no se incluía en el contrato, el fin de la historia ya la conocemos.

Reflexionando a todo esto quiero detenerme en algunos puntos que pueden ser muy valiosos para nosotros en nuestros días, Cristóbal colon no era como sabemos un personaje de alta alcurnia o descendiente de reyes ni condes, era simplemente un hijo de vecino, pero de el emanaba un algo, llamémosle carisma, autoridad, autosuficiencia, pero no del estilo altanero y prepotente sino una autosuficiencia y un amor propio y respeto por su persona, le daba ese aire de ser un personaje de categoría, y digno de ser rey, y como los reyes en aquellos tiempos eran personalidades muy autosuficientes, notaron ese comportamiento y personalidad en Cristóbal Colon, por eso se sintieron muy identificados con él, en vista que los pedidos que los hacían lo hacia convencido de su emprendiendo y lo hacia como si fuera su derecho hacerles pedidos a los reyes, no suplicaba ni se mostraba con miedo ni vacilante, esas características de la manera de realizar pedidos es lo que mas impactó a los monarcas.

Otro punto que también viene entrelazado con el anterior, es que el Genovés no sabia nada de navegación, era un completo ignorante en el ramo, pero si tenia unas habilidades superiores en venderse a si mismo, era un genio en ese campo, supo convencer a los reyes católicos, supo llevar adelante a una tripulación de hombres, sin educación ni modales, hombres de mar, que simplemente habían conocido la rudeza y no eran para nada gente de sociedad.

Para terminar podemos resumir indicando que para triunfar en la vida, tenemos que tener liderazgo y autoestima, saber y sentir que valemos, que tenemos derechos, y al hacer nuestros pedidos debemos hacerlo con la firme convicción de que nos pertenece, y no andar por la vida, como si le debiéramos a todo mundo, pidiendo disculpas hasta por respirar el aire, otro de los factores críticos es publicitarnos a nosotros mismos, vendernos a nosotros mismos, figurar en todo momento, darnos a conocer en todo evento, con cualquier buen pretexto, que el mundo sepa que existimos.
¡Hasta la próxima!