Nos han enseñado desde chicos que existen buenas y malas decisiones, que si tomas una buena decisión saldrás ganando y que si tomas una mala decisión saldrás perdiendo y mucho; es una forma de ver las cosas en blanco y negro, sin tener en cuenta los grises, sin saber que hay un tercer camino y este es considerar que la ruta que tomes, siempre tendrás resultados, solo eso, nada de perdidas ni ganancias, aunque desde un punto de vista superficial nos la impresión de haber ganado o perdido algo luego de haber tomado un determinado camino, pensemos que cada decisión tiene sus consecuencias, y si lo vemos de la forma que toda decisión solo produce resultados, no tendremos ningún problema al tomar nuestras decisiones, reflexionando sobre este tema, les quiero contar que personalmente también me pasaba o aun me pasa cuando no soy consciente de mis pensamientos o cuando me dejo llevar por las emociones, y una vez más recalcamos que las emociones son muy esquivos cuando aun no nos dominamos , pero cuando eres consciente de tus pensamientos esto no sucede, bueno en fin es una anécdota que puede ocurrirle a quien sea, cuando se deja llevar simplemente por su “Automático”, entonces aquí va la anécdota: Sucede que quiero adquirir algunos libros que considero que son muy importantes, estoy seguro de ello, voy a la librería, pero al ingresar o querer comprar, me surgen dudas, y mi mente se pone a pensar, una y mil cosas, preguntas tales como: ¿para qué vas a comprar el libro?, si es solo un libro más!!!, ¿el libro me servirá de algo o será un mas de esos libros? ¡Para que gastar en libros, si puedo ahorrar!, en Internet voy a encontrar toda esa información, y así sucesivamente, pensamientos que se encabritan y emprenden una veloz carrera hacia la indecisión de realizar la compra, sin tener en cuenta los beneficios. Luego de lo cual ya convencido de haber abandonado la librería con la firme convicción de haber hecho una buena Decisión, al pasar algún tiempo, los pensamientos del porque no he comprado el libro, otra vez machacan mi mente, y ahí surgen todos los beneficios, tales como: ¿Por qué se libro es diferente?, ¿Por qué me llamó tanto la atención?, en ese libro debe haber algo que yo no sé, y me gustaría saberlo, y cosas por el estilo, y cuando estabas dentro de la librería surgieron las contrariedades de comprar dicho producto. Aquí se nota claramente la incapacidad de tomar una decisión en un determinado momento, y esto sucede en momentos en los cuales te dejas llevar por tu mente automático, y no eres consciente de tus actos, o al menos en un grado mínimo, luego cuando tu mente consciente toma las riendas del timón, todo parece estar en orden. Esta reflexión nos sirve para estar conscientes de nuestros pensamientos y lograr esto no es tan sencillo, pero con esto no quiero decir que tengamos que dedicarnos simplemente a estar conscientes las 24 horas del día, sino que en decisiones importantes se debe tener presente la reflexión, el análisis, y la lógica de nuestras decisiones y acciones, preguntarse siempre: ¿Porque hago tal o cual cosa?
Entonces si debemos tomar una decisión, hagámoslo, y no tengamos miedo de tomar nuestras decisiones, - Aunque tengo entendido que existen estudios médicos que consideran un problema psicológico y aun psiquiátrico esto de la indecisión; y especialmente cuando es “insoportable” hasta en cosas mínimas, tales como que ropa ponerse, o si ir o no ir a determinado lugar, hasta que pasa el tiempo y no hemos hecho ni lo uno ni lo otro, pero lo que aquí estamos hablando son decisiones comunes y corrientes de la vida diaria que le pasa a cualquier persona normal - lo peor es dejar que las cosas simplemente pasen y encargar al tiempo que tome las decisiones por nosotros, y ya sabemos que el tiempo es implacable, entonces: ¡A tomar nuestras decisiones!.
¡Hasta la próxima!
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