Planificando tu vida

Estamos entusiasmados porque nos surgió alguna idea, o algún emprendimiento, o algún empleo muchas veces esperado, o simplemente por fuerza propia de alguna idea que hemos estado madurando ha llegado a su punto culminante y estamos con el entusiasmo a tope, hablamos fuerte, saludamos a todo mundo, nos sentimos capaces de todo, le comunicamos el motivo de nuestra felicidad a mucha gente, y nos importa poco los rechazos, solo tenemos tiempo para los triunfos y éxitos, pero, ¿que sucede cuando se reduce ese entusiasmo inicial?, y poco a poco va bajando los niveles de entusiasmo y llega un día en donde todo nos sale mal, y nos sentimos mal por consiguiente, cansados, sin confianza en si mismos, ¿que habrá pasado para que se suceda ese cambio tan opuesto?

¿Por qué sucede esto?

Muy aparte de lo que dirían muchos entendidos en la materia medica, explicando casos como que debido a una idea-fuerza, ha subido súbitamente los niveles de endorfina, y eso produjo la euforia, y al toparse con situaciones difíciles en la vida, que producen stress, cansancio, negatividad, han aparecido sustancias tales como el cortisol, etc., lo que aquí quiero enfocar es en el aspecto psicológico, o de actitud, referente a los retos de la vida, desde un punto de vista personal pienso que si una persona esta entusiasmada, y de pronto tiene un terrible bajón es porque no tiene una misión bien definida en la vida, quizás no ha evaluado los pro y contras de su decisión, y quizás tampoco se ha detenido a observar el avance de su vida, hacia la muerte, ¿que va a hacer con el resto de su vida?, si ha planeado el día a día, detalladamente y si sus planes tienen la posibilidad de realizarse, o son simplemente utopías, mucha gente suele realizar sus deseos en año nuevo, de las cosas que va a lograr a lo largo de ese periodo, pero pasados unos días ya se olvidan de lo mismo, y regresan los días tediosos y lúgubres del diario vivir, entonces la consecuencia de la rutina hace que cualquier idea o cualquier cambio repentino de nuestra rutina hará que nos entusiasmemos en demasía con cualquier idea, aun no concuerde con nuestras metas y objetivos planteado en la vida, entonces vemos la triste realidad, del sube y baja, de irnos de un entusiasmo exagerado hacia una terrible depresión.

¿Pero entonces como afrontamos ese defecto o falta de control de nuestras emociones?, lo principal es planificar, hacer un plan de vida, de lo que haremos a la edad de 20, 30 40 50 o mas años de nuestra vida, fijar un objetivo preciso y dividirlo en tantas partes como estamos posibilitados de irlos cumpliendo todo en pos del logro de nuestra misión, objetivo o meta o como muchos lo suelen llamar: misión en la vida, llamado personal, etc.

Y es que planear no es algo común en la vida de las personas, generalmente es mas fácil, vivir el día a día, sin mucho pensar en el futuro, sino confiar en la “divina providencia” o en el estado, o algún otro entidad externa ha nosotros. También reconozco ese defecto o falta de carácter en mi persona, también fui así, y en algún momento lo sigo siendo, pero me di cuenta a tiempo y ahora estoy en el camino de la superación personal pero esto no quiere decir que dándome cuenta todo se solucionó por arte de magia, es una lucha diaria, y así fue que también decidí publicar mis pensamientos, avances y anécdotas en este blog, y que es cuestión de un poco de reflexión y ponernos en marcha, haciendo un alto para revisar nuestros objetivos anuales, y realizar evaluaciones constantes preguntándonos: ¿realmente lo que estoy haciendo cada día me esta conduciendo hacia mis metas?

Esto de plantearse objetivos para el corto, mediano y largo plazo tiene mucho que ver con los hábitos que tenemos, los cuales muy a pesar de nuestra fuerza de voluntad tratan de dirigirnos por un camino ya trazado, pero veamos como operan estos y como se pueden romper éstos hábitos.

Los hábitos

Uno de los comportamientos mas difíciles de vencer son los hábitos, y no digamos problemas, simplemente puede haber hábitos buenos y no necesitamos deshacernos de ellos, los malos hábitos son los más terribles de erradicarlos. ¿Pero como es que ingresan o hacer parte de nuestra vida estos malos hábitos y comportamientos ?

Para responder esta pregunta no hace falta tener un profesión o ser un erudito en determinada rara materia o rama de la psicológica, simplemente un día nos ocurre una determinada situación, digamos que tenemos frio o estamos nerviosos y por ahí escuchamos que el cigarrillo ayuda, y nos decidimos a fumar, si nunca lo hemos hecho nuestro cuerpo se resistirá a ello, pero poco a poco lo aceptará, y cuando fumemos nuevamente nuestro cuerpo lo tolerará y finalmente lo abrazará, eso es el procedimiento, aunque algo simplificado de lo que ocurre cuando adquirimos un habito: en un inicio es algo dificultoso, nos cuesta mucho, pero luego a medida que vamos entrando mas en el asunto, las cosas se facilitan y con el pasar del tiempo esa actividad, no nos cuesta ningún trabajo, al contrario pensamos que porque no lo habíamos adoptado anteriormente; para este caso me surge una anécdota de una experiencia personal.

Sucede que nos pusimos de común acuerdo con un amigo del colegio, con el cual éramos vecinos, correr cada mañana a manera de hacer ejercicios, pero como eso no era un habito en nosotros la primera mañana no se imaginan cuanto me costo levantarme temprano para salir a correr, aunque sea unos pocos metros, luego a la mañana siguiente los pesares y el dolor muscular insoportable que hacia muy difícil caminar y menos correr de nuevo, pero a la mañana siguiente nuevamente nos pusimos en marcha, esta vez todo fue un poco mas ligero, no me dio mucha flojera, y además, los músculos ya se iban acostumbrando, por lo tanto salir a correr de ahí en adelante se volvió algo fantástico, hubo momentos cuando estaba corriendo, que me sentía a gusto, y pensaba dentro de mi que me gustaría mantenerme corriendo así toda la vida, es lo que dicen que cuando uno le encuentra el gusto al asunto.
¡Hasta la próxima!